MATRIMONIO GAY EN CUBA

Agosto 12  de 2010

MATRIMONIO GAY CASADO EN MATANZAS

Por Lachy

Aun ayer con toda la tensión de lo ocurrido no había caído en la cuenta de que no le había escrito a mis amigos ningún resumen de la famosa boda.

Para mí este año ha sido una bendición en adelantos y es mi opinión que en cada uno de ellos el motivo esencial ha sido demostrar que la población homosexual forma parte latente de esta sociedad y por tanto es necesario… mejor decir, la sociedad necesita para su propio bien y provecho, comprenderles y darles el espacio que ameritan.

No obstante a estar totalmente de acuerdo con Rolando Estévez cuando decía que aun existe una parte importante de la oficialidad cubana que manifiesta homofobia y, por supuesto, como en cada actividad a la que convoco, la antesala de esta fue la Directora Provincial de Cultura, Dulce María López (24 horas antes y con todo dispuesto), diciéndonos que realmente le daba muchísima pena pero una actividad como esta y de tal magnitud no se podría realizar en una institución cultural, por lo cual si queríamos realizar la susodicha boda la tendríamos que hacer en nuestras casas... y casi estoy citando de memoria sus propias palabras.

Me imagino que si uno no se encuentra dispuesto a pasar por estas vicisitudes y explicar con tantísima calma el verdadero motivo de las cosas pues miles de ellas no podrán nunca ver la luz de la realidad, así que luego de una charla bastante calurosa y extensa; y no sin pocas condiciones; se nos permitió realizar la primera GRAN BODA entre homosexuales masculinos en la Asociación Nacional del Danzón, en Pleno Boulevard de la Calle del Medio de nuestra siempre Atenas de Cuba, la ciudad de Matanzas. Claro está, abonándole a dicha institución y a la economía del país una bonita suma de dinero.

Y yo verdaderamente no sé si cada evento de este tipo que se ha realizado en otras provincias como antesala de la aprobación del esperado por más de tres años Proyecto de Ley, y al cual se refirió el compañero Fidel en el discurso del primero de septiembre como casi aprobado… pues no sé si ha provocado tanta tensión como este, pero lo cierto es que lo que no debería ser cierto ni posible, es real en nuestra ciudad, y es el hecho que a la fecha somos una de las provincias de mas atraso en la mentalidad de la oficialidad y en su apertura necesaria, directamente proporcional a los momentos reales que vive el planeta; y yo me pregunto; si la homosexualidad a principios de los años ‘90 dejo de verse como una enfermedad catalogada, y los gay formamos parte de nuestro sistema, ¿por qué aun no los queremos aceptar? ¿Por qué aún no queremos aceptar los derechos de esta considerable porción de la población, cuya única característica diferenciadora (o condicionante) es amar, intentar comprender y convivir en absoluta paz con una persona de su mismo sexo? Lo cierto es que aspectos como este y el de las diferencias raciales son puntos sobre los cuales nunca voy a estar muy convencido, respecto a cuánto se ha adelantado en la Cuba revolucionaria, sobre ellos.

En fin, llego el día (la mañana del jueves) y ya yo estaba despierto desde las 4 de la mañana, preparando la ensalada fría que por tradición no puede faltar en una fiesta; todo el resto del día lo necesitaría para el montaje de la decoración y la organización del local, en sentido general. Desde días anteriores habíamos sacado cuentas para invitar un promedio de 100 personas; dos días antes esta cuenta aumentó a 160 y el mismo día ya estábamos convencidos que obligatoriamente íbamos a exceder los 200; y esto nos tenía más que preocupados.

Pero como siempre hay alguien que a última hora se complica y no puede asistir, pues más o menos balanceamos a un total de 220 invitados; y a decir verdad no sé si esta fue una excepción de los hechos pero solo faltaron a la cuenta 4 personas, de aquellos a los que les había entregado la  invitación y más de 15 se sumaron a última hora; una gran locura sencillamente hablando.

El tradicional convertible que debería pasear a los novios por la ciudad estaba convocado para las 8 de la noche y salió media hora después con una comitiva de motores y un jeep willy que llevaba a las madres que entregarían a los hijos durante la ceremonia del matrimonio… Y esa es otra de las cosas que no comprendo… cómo una actividad que casi hasta última hora se mantuvo en el más absoluto silencio, como por arte de magia corrió de boca en boca por toda la población que desde temprana hora abarrotaban las calles por donde se debería transitar el cortejo, para no perderse el espectáculo; heterosexuales; homosexuales que no habían sido invitados con toda la emoción reflejada en sus rostros; mujeres, niños; y ni una sola expresión de burla ni comentarios obscenos en contra de tan inesperado e inacostumbrado paseo.

La pequeña dama de honor; hija de uno de los contrayentes; entró al salón con una cesta llena de pétalos de rosa que fue dispersando por todo lo que sería más tarde el paso de los novios, dejándoles un camino de pasión y de pureza; la misma pasión que los unió en la decisión de celebrar este acto que aunque no eternamente, por lo menos los uniría en el recuerdo inolvidable del mañana, por la fortaleza y valentía de sus sentimientos en el presente. Luego entraron las restantes damas de honor todas maravillosamente vestidas en blanco con detalles rojos. Quedé pensando luego… ¿por qué no caballeros de honor? Es que no lo pensamos. Los patrones se reproducen con demasiada intensidad.

Y comenzó la música; una suave y deliciosa melodía que nadie se esperaba; y subió al escenario Osiel García, que vino a Cuba desde República Dominicana especialmente invitado por los novios, y entono con esa voz maravillosa que le caracteriza el Ave María que lejos de provocar aplausos dejo a los invitados casi con la boca abierta. Al final, llevados de la mano de sus madres entraron los novios, igualmente reflejando la pureza y la pasión del acto en sus trajes del más puro blanco y con pequeños detalles en rojo.

La ceremonia fue presidida por la licenciada Yakima, secretaria de la excelentísima jueza del Palacio de Justicia de la Ciudad, quien al hablar hizo algunas modificaciones al código de ley y explicó que este acto seria la antesala del proyecto de Ley.

Bajo la dirección artística del maestro Eduardo Bru, quien se desempeña además como coreógrafo en el Polo Turístico de Varadero (a quien pudimos ver en acción y agradecemos enormemente su colaboración en los Festivales Contra la Homofobia, y el del pasado Día Mundial de Lucha Contra el SIDA); se desarrollo el show, con la presencia del cuerpo de baile “Entre Congos y Maracas”, además de los acostumbrados y conocidos artistas del transformismo Sait y Paola.

Finalmente, bajo vítores, gritos de alegría y miles de aplausos; hablaron los novios y empezó la fiesta que tuvo un final feliz para todos, a las dos de la mañana (final por cierto estresante para mí una hora después, al tocarme limpiar y recoger toda la locura que se había armado en aquel salón.

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